¿Cómo afecta la crisis del gas a la industria textil?

El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció la semana pasada que Rusia dejará de enviar gas a Europa mientras se mantengan las sanciones desencadenadas por la guerra de Ucrania. Los cortes han provocado unos precios del gas y la electricidad sin precedentes en Europa, agravando una crisis energética que comenzó a finales del año pasado con la escalada de los precios de la electricidad, el gas y el petróleo.

¿Qué significa el aumento del precio del gas para la industria textil?

Para la industria textil, la noticia se suma a la incertidumbre creada por la subida de los precios de la luz, el petróleo y las materias primas y el temor a una recesión inminente. Un mayor aumento de los costes en la cadena de producción podría suponer un impacto insuperable para la industria textil europea, que hace un uso intensivo de la energía, especialmente en la hilatura, el teñido y el acabado, y la imposibilidad de repercutir estos costes a los clientes reduciría la competitividad de Europa en el mercado internacional.

Esto ya ha provocado reducciones de capacidad y paros de producción. Se prevén cierres y la deslocalización de la producción fuera de Europa si persiste la situación actual, lo que conducirá a una mayor desindustrialización del continente y a una mayor dependencia de proveedores externos.

Algunos segmentos específicos de la industria textil son especialmente vulnerables. La industria de fibras artificiales, sintéticas y celulósicas, por ejemplo, es un sector intensivo en energía y un gran consumidor de gas natural en la fabricación. La desaparición de los productos de fibra europeos tendría consecuencias inmediatas para la industria textil y para la sociedad en su conjunto. El teñido y el acabado de textiles también son actividades relativamente intensivas en energía y son esenciales en la cadena de valor textil, ya que añaden valor a los textiles y las prendas de vestir mediante tintes y funciones especiales.

Medidas demandadas por el textil y la moda ante las autoridades europeas

Por ello, Euratex, la organización con sede en Bruselas que representa a unas 154.000 empresas del sector textil y de la confección de la UE, reclama una estrategia común europea para hacer frente a la actual crisis energética. Euratex propone a las autoridades europeas revisar el mecanismo de precios de la electricidad y fijar un precio máximo del gas de 80 euros por megavatio hora en la UE. Por otro lado, también ve necesaria una ayuda especial a las empresas para evitar la quiebra y la deslocalización de la producción textil fuera de Europa.

"Los gobiernos deben garantizar que industrias críticas como la textil y todos sus segmentos puedan asegurarse contratos de gas y electricidad hacia finales de año a un precio asequible", afirma Euratex. "Un suministro energético estable y predecible es de vital importancia. Las restricciones y el racionamiento del gas sólo deberían utilizarse como último recurso, y no deberían contemplarse recortes obligatorios del consumo."

Además de las medidas que se están debatiendo, Euratex afirmó que se ha producido un aumento de las respuestas nacionales conflictivas y descoordinadas a la crisis energética. Esto ha dado lugar a un entorno político y normativo caótico, que ejerce una presión adicional sobre una cadena de suministro plenamente integrada a escala europea. Por lo tanto, es importante tomar medidas para garantizar la igualdad de condiciones en la UE.

"Ya no se puede descartar un escenario en el que desaparezcan segmentos enteros de la industria textil", afirma el presidente de Euratex, Alberto Paccanelli. "Esto conllevará la pérdida de miles de empresas europeas y decenas de miles de puestos de trabajo, y aumentará aún más la dependencia europea del exterior para bienes esenciales." Paccanelli hizo hincapié en que esto se aplica específicamente a las PYME, que necesitan medidas de apoyo temporal como ayudas estatales, exenciones fiscales y topes de precios de la energía, para hacer frente a la crisis actual y prepararse para una transición ecológica a largo plazo.

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